Christopher Nolan es uno de esos directores que le otorgan personalidad propia a sus películas, algo que me gusta porque sabes a qué atenerte cuando ves una de ellas. Vista con entusiasmo la trilogía sobre Batman, además de las interesantísimas Memento, El truco final (el prestigio) y Origen, me apetecía degustar algún otro film suyo y me decanté por Insomnio.
Tenemos a un protagonista que goza de un intachable prestigio profesional, una leyenda viva de la investigación policíaca, que sufre una progresiva degradación moral cuando ve amenazado su statu quo. Un hecho fortuito (o quizás no tan fortuito) le separará de la senda de la rectitud que hasta entonces (parece que) seguía a rajatabla. No es de esos thrillers en los que se conoce la identidad del asesino al final, sino que a mitad de película ya se sabe quién es. Eso se la sopla a Nolan. Aquí lo interesante es la relación que se establece entre investigador y delincuente, cómo necesitan ayudarse mutuamente para salir airosos del callejón sin salida en la que se ven metidos. Ambos son inteligentes, tipos con recursos que intentarán jugársela el uno al otro pese a la relación simbiótica que están obligados a mantener.
Pero al no poder dormir debido a las particularidades de los ciclos temporales de Alaska (es de día durante toda la película), padece una degradación física paralela a la moral que le pasará factura progresivamente. Aunque Nolan parece sugerirnos que el insomnio del prota tenga su causa más en una conciencia atormentada que en la ausencia de oscuridad. Esta merma de facultades (empanamiento, vamos) pondrá en desventaja intelectual y física al policía frente al asesino confeso, quien siempre irá un par de pasos por delante.
La manipulación de pruebas para incriminar a un inocente será la última decisión moral que tendrá que tomar un policía cuya integridad hace tiempo que se resquebrajó y cuya redención tiene lugar al final del metraje, quizás lo peor de una película interesante, sin duda, pero menor en una filmografía de campanillas.
Qué: Insomnio
Quién: Christopher Nolan
Cuándo: 2002
Cómo: Un detective viejuno de Los Ángeles y su compañero viajan a un pueblucho de Alaska para ayudar a resolver el asesinato de una adolescente y de paso poner tierra de por medio con los de asuntos internos que les están investigando.
Por qué querrías verla
- Porque Nolan propone situaciones nada maniqueas que te harán reflexionar.
- Porque es un thriller bien construido y narrado, sin excesivos aspavientos.
- Porque cuenta con actores de calidad contrastada como Al Pacino, Robin Williams o Hilary Swank.
Por qué no querrías verla
- Porque es la película de Nolan más comedida y convencional.
- Porque no tiene giros de guión radicales de los que te dejan con la boca abierta.
- Porque tiene moralina final: el fin no justifica los medios.
Cosas tontacas de la peli
- Cuesta creerse las escenas de acción de Pacino y Williams, que hace 12 años tampoco eran unos chavales.
- Pese a que está ambientada en Alaska, los exteriores se rodaron en Canadá. ¡Toma cambiazo!
- Los policías locales no desentonarían en un capítulo de Los Simpsons.
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